¿Qué cama articulada alquilar para mi familiar?
Cuando uno de nuestros seres queridos necesita una cama articulada, lo primero que nos viene a la cabeza es: ¿cuál es la mejor opción para alquilar? Porque, sí, no siempre merece la pena comprar una. Alquilar una cama articulada puede ser la solución perfecta cuando el uso va a ser temporal, como tras una operación o durante una recuperación prolongada.
Ahora bien, el problema aparece cuando nos metemos a buscar… y resulta que hay más tipos de camas que en una tienda de colchones. ¿Con carro elevador o sin él? ¿Qué colchón base es el más adecuado? ¿Qué accesorios son realmente útiles y cuáles son puro adorno?
¿Qué tipo de cama articulada necesito?
Las camas articuladas, también conocidas como camas ortopédicas o eléctricas, son una herramienta fundamental para el cuidado en casa. Pero no todas valen para todas las situaciones. Hay diferencias importantes entre modelos, y conviene conocerlas para no alquilar algo que se quede corto… o que sobrepase nuestras necesidades.
¿Con carro elevador o sin él?
El carro elevador es esa base con ruedas y estructura metálica que permite subir y bajar toda la cama, no solo la parte del respaldo o las piernas. Esto facilita muchísimo las tareas de cuidado: cambiar sábanas, movilizar al paciente o incluso realizar curas. Si tu familiar va a pasar mucho tiempo en la cama o necesita asistencia frecuente, este accesorio no es un lujo, es una necesidad.
Ahora bien, si la persona aún conserva bastante movilidad y va a usar la cama más bien como apoyo para dormir mejor o para elevar las piernas, una cama sin carro elevador puede ser suficiente. Todo depende del nivel de dependencia.
Colchón base: un punto clave
Para este tipo de camas, el colchón debe ser articulable también. Esto significa que debe adaptarse a los movimientos del somier sin doblarse de forma incorrecta ni deformarse. Los mejores colchones base para camas articuladas son los viscoelásticos de alta densidad o los de espuma HR. También los hay de látex, aunque suelen ser más caros.
Un colchón «normal», no solo no funcionará bien con el somier articulado, sino que puede resultar incómodo e incluso peligroso para el usuario.
Accesorios que sí y accesorios que no
La lista de accesorios para camas articuladas es larga. Algunos son imprescindibles, otros totalmente prescindibles. Por ejemplo:
- Incorporadores: ese aro con una cuerda que cuelga del cabecero y permite al usuario ayudarse con los brazos para sentarse o moverse. Útil si la persona tiene fuerza en la parte superior del cuerpo.
- Barandillas abatibles: importantísimas si hay riesgo de caídas. Las hay fijas o con mecanismos para subir y bajar.
- Mesas auxiliares: con ruedas, regulables en altura, perfectas para comer en la cama o leer.
- Portagoteros y sujeciones: solo necesarios en casos muy específicos, normalmente en personas con necesidades médicas avanzadas.
- Soporte para bolsas de orina o sistemas de oxígeno: si el cuidado es a nivel hospitalario, algunos modelos de camas permiten incorporar estos complementos.
Antes de decidir, ten en cuenta…
Te recomiendo que pienses en lo siguiente:
- Nivel de movilidad del usuario: ¿puede moverse por sí solo o necesita ayuda constante?
- Duración prevista del uso: ¿será para unas semanas, unos meses o indefinido?
- Espacio en casa: las camas con carro elevador ocupan más. ¿tienes sitio suficiente en la habitación?
- Altura de la persona: parece una tontería, pero no todas las camas articuladas son igual de largas. Asegúrate de que la cama y el colchón base se ajustan a la estatura del usuario.
- Peso del usuario: hay modelos especialmente reforzados para personas con sobrepeso. No todas las camas soportan lo mismo.
¿Por qué el colchón marca la diferencia?
No me canso de insistir: el colchón base no es un detalle menor. Un buen colchón puede prevenir escaras, facilitar el descanso y reducir la rigidez muscular. Hay incluso opciones con alternancia de presión, pensadas para personas con movilidad muy reducida o encamadas de forma prolongada. Estos colchones, llamados antiescaras, se pueden alquilar junto con la cama y conviene hacerlo desde el principio si hay riesgo.
¿Cuánto dura el alquiler y cómo se gestiona?
La mayoría de empresas de alquiler permiten contratos mensuales, aunque también hay opciones semanales o por trimestres. Cuanto más largo es el periodo contratado, mejor suele ser el precio. Algunas compañías se encargan del transporte, montaje y recogida. Y sí, también del mantenimiento si algo se estropea, lo cual es un alivio.
Una recomendación: asegúrate de que el contrato lo deja todo claro. Que se especifique el modelo de cama, el tipo de colchón base, los accesorios incluidos, el coste total y qué ocurre si necesitas ampliar el plazo.
No te quedes con dudas
Lo mejor es contactar con empresas especializadas en productos ortopédicos. Muchas tienen personal cualificado que puede ayudarte a elegir el modelo más adecuado. También puedes preguntar en centros de salud, farmacias ortopédicas o asociaciones de pacientes. Y si tienes la suerte de conocer a algún profesional sanitario con experiencia en este tema (fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales…), no dudes en pedirle consejo. Aunque no lo parezca, elegir bien la cama puede marcar una diferencia enorme en la recuperación y el bienestar.
Cómo acertar al alquilar una cama articulada
- Evalúa las necesidades reales del paciente: movilidad, tiempo de uso, riesgos de caída.
- Valora la comodidad del cuidador: si hay que ayudar mucho, el carro elevador es casi obligatorio.
- Escoge un colchón base adecuado, nunca uno genérico.
- Asegúrate de que los accesorios incluidos tienen sentido para el caso concreto.
- No te dejes llevar solo por el precio: lo barato puede salir caro.
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