Alquiler silla de ruedas infantil: cómo elegir la adecuada y no volverse loco en el intento
Cuando alguien cercano a ti, ya sea tu hijo, tu sobrina o el peque de una buena amiga, necesita una silla de ruedas infantil, lo primero que se viene a la cabeza es: «¿Y ahora qué?».
La decisión de alquilar una silla de ruedas infantil no es complicada. No estamos hablando de una simple herramienta de movilidad, sino de algo que va a influir directamente en la comodidad, autonomía y bienestar del niño.
Desde mi experiencia acompañando a muchas familias en este proceso, sé que es un tema que genera mil dudas.
¿Por qué alquilar y no comprar una silla de ruedas infantil?
En primer lugar, pensemos en lo rápido que crecen los niños. Lo que hoy les va como un guante, mañana les queda pequeño.
Si además hablamos de un uso temporal una lesión, una operación, una enfermedad puntual, lo más lógico es optar por el alquiler.
Es más económico, práctico y permite cambiar de modelo según evolucionen las necesidades del pequeño.
Además, alquilar te da margen para probar diferentes tipos de sillas: desde las más compactas hasta aquellas con funcionalidades más avanzadas, como el reposapiés elevable o los modelos ultraligeros plegables.
Porque no todas las sillas de ruedas infantil son iguales, y créeme, esa diferencia puede marcar un antes y un después.
Tipos de sillas de ruedas infantiles: no todas son iguales
Aquí es donde muchos se lían.
Hay diferencias enormes entre unas y otras. Vamos a ver las más importantes:
Silla de ruedas infantil plegable
Estas son las reinas de la practicidad. Ocupan poco espacio cuando no se usan y caben en casi cualquier maletero.
Son ideales para familias que se mueven mucho o que necesitan transportar la silla a menudo.
Eso sí, hay que fijarse en que el sistema de plegado sea sencillo y seguro
Con reposapiés elevable
El reposapiés elevable es una maravilla cuando el niño necesita mantener las piernas en alto por cuestiones médicas.
También mejora mucho la comodidad en trayectos largos.
No todos los modelos lo traen, y en los que lo tienen, la calidad del mecanismo varía.
Cómo saber cuál necesita tu hijo
Aquí es donde entra la observación.
Fíjate en cómo se mueve tu hijo, si se queja al estar sentado mucho tiempo, si puede o no mover las piernas, si necesita apoyo adicional en la espalda… Todo cuenta.
También conviene tener en cuenta el entorno.
¿Vivís en una ciudad con aceras imposibles o en un pueblo tranquilo? ¿Vais a llevar la silla en coche cada día? ¿Tiene que subir rampas o escaleras con frecuencia? Todos estos detalles influyen en la elección.
¿Mejor ligera o resistente?
Este es el eterno dilema.
Las sillas ligeras son más manejables, especialmente las plegables, pero algunas familias se quejan de que parecen más frágiles.
En realidad, hay sillas ligeras que son sorprendentemente robustas.
Lo importante es buscar una buena estructura de aluminio y evitar el plástico de mala calidad.
Por otro lado, si el uso va a ser muy intensivo (por ejemplo, si el niño no puede caminar nada y la usa todo el día), quizá te interese algo más robusto, aunque pese un poco más.
La clave está en encontrar el equilibrio.
Alquiler de sillas infantiles: precios y lo que hay que mirar con lupa
Los precios varían según el modelo y el tiempo de alquiler.
De media, puedes esperar pagar entre 50 y 100 euros al mes por una buena silla infantil plegable, con opciones como reposapiés elevable o respaldo reclinable.
Algunas empresas te pedirán fianza. Otras te ofrecen seguros opcionales.
Claves para elegir una buena empresa de alquiler
- Variedad de modelos: Que tengan desde lo básico hasta sillas con opciones avanzadas.
- Asesoramiento profesional: Que no sea solo un comercial, sino alguien que entienda de necesidades específicas.
- Flexibilidad: Poder cambiar de modelo si la silla no se adapta bien.
- Mantenimiento incluido: Porque las ruedas también se pinchan y los frenos fallan.
- Entrega rápida: En muchos casos, la silla se necesita YA, no dentro de una semana.
Errores frecuentes (y cómo evitarlos)
- Elegir solo por el precio: Lo barato puede salir caro.
- No probar la silla: Algunos niños rechazan ciertos modelos por incómodos o por estética.
- Olvidar las medidas del coche o ascensor: No sería la primera vez que una silla no cabe donde debería.
Silla de ruedas infantil no es sinónimo de incomodidad
Muchos padres vienen preocupados porque creen que su hijo va a estar incómodo o triste en una silla.
Y, aunque al principio pueda costar un poco adaptarse, hay modelos diseñados con tanto mimo que da gusto verlos.
Desde colores alegres hasta cojines ergonómicos, hay mucho donde elegir.
Y sí, también hay sillas deportivas, todo terreno, con amortiguación, con ruedas anchas para la playa…
El mundo de las sillas infantiles ha avanzado mucho, y eso es una gran noticia.
El papel de la familia en todo esto
Una silla de ruedas infantil no es solo un objeto. Es parte de la vida diaria del niño.
Por eso, es clave implicarse en la elección, respetar sus gustos, enseñarle a manejarla y normalizar su uso en casa, en la escuela y en la calle.
Los peques tienen una capacidad brutal para adaptarse, pero necesitan sentir que la silla no es una carga, sino una herramienta más.
Y eso empieza con nosotros.
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